19.8.11

El Océano desató la guerra en casa

Aún temblaba. Hacía frío. El silencio le rebotaba en sus tímpanos. Su respiración le ensordecía. No quería parpadear por no perderse ni una fracción de segundo. Tenía miedo de cerrar los ojos por si no los volvía a abrir más. El propio cansancio era como la morfina.

El rugir de las olas rompiendo en las rocas del acantilado, estallaban en su cabeza como si estuviera al borde del mismo. De nuevo oyó las piedras caer.

Air – Remember

Vagamente recordó el cielo gris. La brisa empezó a coger fuerza. Sintió las gotas de lluvia en su blanca piel. Un rayo en el horizonte ni siquiera le estremeció. Ojalá me parta un rayo! -- solía decir su hermano.

-- Cuidado con lo que pides Philippe! -- le decía su madre cada vez que pronunciaba la palabra Ojalá.

Ryan y Philippe entonces reían y susurraban a la vez: Ojalá! Ojalá! Ojalá!

Tembló al recordarlo. La voz de Philippe le sonó tan lejana.....

-- Philippe, Alice y yo iremos a navegar después de comer. ¿Vienes?

-- No puedo Ryan. Hoy es día de ensayo. Pero cuando termine, subiré a Pen Hir. Desde allí os veré.

Alice solía acompañar a su padre y a su tío a navegar a regañadientes de su madre. Siempre era el no por delante cuando Alice le decía a su madre que quería ir a navegar con papá y tío Philippe.

 Ryan siempre acababa convenciéndola. Sabía como hacer para que Madeleine cediera.  Lo que nunca consiguió en los 12 años que llevaban casados, fue convencerla a que saliera a navegar con él. Ni tan siquiera cuando eran novios consiguió remar para ella. Ella no compartía su afición con el mar.

En cambio Alice, había heredado la pasión de su padre y de su tío.

-- Me da igual que navegues desde niño. No quiero ni pensar si le pasa algo a la niña.

-- Madi, empieza a pensar que no le va a pasar nada. Siempre pensando en el mal, lo acabas atrayendo.

-- Tonterías. Si no va a navegar no corre peligro en el mar.

Philippe nunca se quiso interponer entre Ryan y Madeleine cuando les oía discutir. Nunca entendió porqué  su hermano se casó con Madeleine. No tenían nada en común. Salvo una hija.

Se conocieron cuando él se fue a París a estudiar a la Escuela Central. Volvió con el Doctorado de Ingeniería Naval, y casado con Madeleine.

Al año nació Alice.

Philippe, levantó la mirada y entre lágrimas pudo ver la silueta de Madeleine correr hacia él.

-- ¿Dónde están Philippe? ¿Qué ha pasado? Dime que no ha sido nada grave. Dime que están bien.

A Philippe no le salió la voz.

Madeleine se desmayó.

Josh Groban – War At Home













1 comentario:

Anónimo dijo...

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