Desire y Philippe saltaban de roca en roca por la escollera. Al principio a Desire le faltaba confianza y agilidad, pero Philippe la cogía de la mano y le decía: -- No tengas miedo, no te pasará nada, yo te sujeto y no caerás. --
Sólo se veían un mes al año. El mes que Desire pasaba sus vacaciones en casa de su abuela. Y ese mes lo estrujaban hasta consumir el último segundo.
Tiger Army – Forever Fades Away
Desire aprendió a no llorar cada vez que recordaba a Philippe. Aprendió a no reflejar sus sentimientos a temprana edad. Las personas solían ser crueles y se mofaban cuando los sentimientos afloraban. Dejó de hablar de Philippe. Dejó de compartir sus pensamientos y sus sentimientos verbalmente. Le daba la impresión que la gente a su alrededor le molestara verla feliz. Se obligó a ser introvertida 11 meses al año.
-- ¿Has cogido bastantes cantos Philippe? --
Desire y Philippe aprovechaban cuando la marea estaba alta para hacer botar los cantos rodados desde la escollera.
-- Mira Philippe!!!! 3 veces... mi canto ha botado 3 veces!!!!
Philippe sonreía al ver sus logros, a la vez que cogía otro canto y lo lanzaba con efecto a ras del agua.
-- 7 Philippe!!!!! Ha botado 7 veces!!!! Dime como lo haces... enséñame!
Entonces Philippe se ponía tras ella, le asía su diminuta mano derecha, pasaba su brazo izquierdo por delante de su vientre hasta llegar a la cintura y dejar su mano allí sujetándola con firmeza y dulzura, flexionaba sus piernas y ella adoptaba a la vez la misma postura que él. Tiraba suavemente de su mano hacia sí hasta formar el ángulo necesario.
-- Ahora, lánzala con fuerza mirando hasta donde quieres que llegue.
Pero Desire no conseguía que botaran tanto sus cantos rodados. No tenía tanta fuerza como Philippe y su casi inválida y diminuta mano apenas podía sostener cada una de las piedras que lanzaba al agua. Pero ella no se daba por vencida. Philippe le inyectaba la confianza suficiente y sabía que algún día lo lograría.
Así iban pasando las horas hasta que empezaba a oscurecer. Se quedaban absortos viendo la puesta del sol. Cualquiera diría que estaban hechizados.
Entonces saltaban al agua y volvían a nado hasta la orilla.
-- No me alcanzas Philippe! -- le retaba Desire.
El era un experto nadador....unas veces llegaba él antes a la orilla y otras, la dejaba ganar.
Casi sin poder respirar, agotada por llegar antes que Philippe, se quedó tumbada en la arena para recuperar fuerzas.
-- Desire... ¿Quieres que vayamos mañana a remar ? --
http://youtu.be/--NyHw8rQ3I
2 comentarios:
Planteamiento... nudo... y ... desenlace.
Estoy empezando a imbuirme en la trama.
DÉSIR que las musas te acompañen hasta el FINAL.
Always....Gracias. Disfruta del viaje.
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