27.9.11

La amistad de Eric


Al salir de clase se cruzó con Eric. El le sonrió. Desire se sonrojó.

-- ¿Cómo fueron tus vacaciones? -- preguntó Eric

-- Oh.. bien.. sí, como cada año, en Camaret con mi abuela.

-- ¿Nunca vas a otro lugar? --

-- No, bueno, por la comarca también, pero siempre a dormir a Camaret. --

-- ¿Vas a casa? --

-- Si........hemmm, pero entraré en la biblioteca. --

-- ¿Vas sola? Te acompaño --

Tarja – I Walk Alone - 

Desire se quedó mirando a Eric bastante asombrada. Titubeó.

-- No sé ... bueno ...  voy a estudiar, sí... voy sola --

-- Será más fácil entre los dos, y tu curso lo tengo superado --

Eric era un año mayor que Desire, y era muy popular en la escuela. Desire no solía entablar conversación con alumnos de otras clases pero no quiso ser descortés.

-- Pensaba estudiar dos horas las materias de mañana, química sobre todo --

-- Me gusta esa materia. Sobre todo las clases de práctica. Tengo un equipo de laboratorio en mi casa. Te lo podría enseñar y practicar con él también --

Esto aún le sorprendió más a Desire. Ir a casa de un chico aunque fuera un alumno de la escuela, no lo había hecho nunca. Se puso nerviosa y apenas le salió la voz.

-- Bueno... algún día podría tal vez....

-- Estupendo. Vamos? --

-- ¿Ahora? --

-- ¿No ibas a la biblioteca? --

Desire se ruborizó...

-- Sí sí.. claro... vamos --

De camino Eric quiso ser amable con ella.

-- ¿Te apetece tomar algo? --

-- ¿Ahora? --

-- Sí, ahora, antes de ir a la biblioteca. Pasamos por delante de Vitam Fruits.... a mí me gustan mucho los zumos de fruta.. ¿y a ti? --

-- Sí, mucho. Está bien. --

-- ¿Tienes alguna combinación especial que te guste más que otras? --

-- Me gustan más las ácidas y rojas, pero si no hay, pues cualquiera, me gusta todo, ¿y a ti? -- se atrevió a preguntarle

-- Oh, mi favorito el de melón y casis --

-- Oh casis... me encanta la mermelada de casis. Mi abuela me enseño a hacer --

-- ¿Sí? Mi abuela también hace. Querré probar la tuya. --

-- Bueno, podría hacer un día. Sí, haré y te daré un frasco --

Entraron en la zumería y Eric pidió para él y Desire. Ella le sonrió. Estaba más cómoda pero seguía inquieta y extrañada. Apenas había entablado conversación con Eric en anteriores cursos. De hecho nunca había pensado en conversar con él. No porque no le resultara interesante, sino porque su popularidad le hacía que casi todas las chicas quisieran estar junto a Eric. Desire no quería estar con alguien conversando porque sí... le parecía que era una pérdida de tiempo. No se había parado a pensar si Eric realmente era una persona con la que se pudiera trabar una amistad enriquecedora y alejada del atractivo sexual que envolvía a Eric.

Desire no tenía una belleza deslumbrante, pero resultaba atractiva. Estaba bien formada y ahora en la adolescencia tenía bonitas curvas. Ella lo sabía e intentaba usar ropa cómoda. Aún así no podía evitar que se le marcaran sus firmes senos a través de las blusas.

-- Uno de bayas rojas y otro de melón y casis -- contestó Eric a la camarera.

-- ¿Sueles venir aquí? --

-- Bastante. Están muy buenos y me benefician --

-- ¿No prefieres hacerlos en casa? --

-- ¿Hubieras querido venir a mi casa a tomarte un zumo? --

Desire le miró y sonrió ligeramente negando con la cabeza... no se atrevió a decirle que no.

-- Tranquila que no te hubiera hecho nada. Quizás cuando vengas a ver el equipo de laboratorio --

-- Bueno, es posible... sí, si ya estoy en tu casa pues sí. --

Salieron del local y bajaron la calle hacia la biblioteca. De camino se cruzaron con dos compañeras de clase de Desire que apenas la saludaron, pero mirando a Eric se mostraron celosas viendo a Desire con él.

Desire bajó la mirada. Ya se imaginaba cual sería el tema de conversación al día siguiente entre sus compañeras.

-- Mejor me voy a casa Eric... gracias por invitarme --

-- ¿No vamos a la biblioteca? ....

-- No, mejor no... me voy Eric.

-- Te acompaño.....

-- Da igual.. vivo cerca. Gracias. Adiós--- y diciendo esto aceleró su paso dejando a Eric parado y extrañado. Nunca una chica le había negado su compañía. Lo intentaré de nuevo -- pensó mientras la perdía de vista al torcer la esquina.








25.9.11

[Paréntesis IV]






... la mayoría de la gente inicia las relaciones por los motivos “equivocados”: poner fin a su soledad, llenar un vacío, conseguir amor o tener a alguien a quien amar; y estos son los mejores motivos. Otros lo hacen para tranquilizar su ego, acabar con sus depresiones, mejorar su vida sexual, recuperarse de una relación anterior, o - lo creas o no - para aliviar su aburrimiento.
Ninguno de estos motivos funcionará, y a menos que con el tiempo tenga lugar algún cambio dramático, la relación no saldrá bien.


Si ambos estáis de acuerdo a un nivel consciente de que el objetivo de vuestra relación consiste en crear una oportunidad, no una obligación; una oportunidad de crecimiento, de autoexpresión plena, de elevar vuestras vidas a su más alto potencial, de subsanar cualquier falso pensamiento o idea que hayáis tenido de vosotros mismos, y de la unión final con Dios a través de la comunión de vuestras dos almas; si asumes este compromiso, en lugar de los compromisos que has asumido hasta ahora, la relación se habrá iniciado con muy buen pie, habrá tenido un muy buen principio.
Sin embargo, eso no garantiza el éxito.

Si quieres garantías en la vida, entonces no quieres la vida. Quieres ensayar un guión que ya haya sido escrito.
Por su propia naturaleza, la vida no puede tener garantías; de ser así, todo su propósito se vería frustrado.

Esta bien de acuerdo. Supongamos que he iniciado mi relación con este “muy buen principio”. ¿Cómo puedo mantenerla?

 Sabiendo y entendiendo que vendrán pruebas y momentos difíciles.
No trates de evitarlos. Dales la bienvenida. Agradécelos. Considéralos como unos magníficos dones de Dios; oportunidades gloriosas de hacer lo que has venido a hacer en la relación, y en la vida.
En esos momentos, esfuérzate en no ver a tu pareja como el enemigo, como la oposición.
En realidad, procura no ver a nadie, ni a nada, como el enemigo, o como el problema. Cultiva la técnica de contemplar todos los problemas como oportunidades; oportunidades de...

 ... lo sé, lo sé: “de ser, y decidir, Quien Realmente Eres”.

 ¡Exacto! ¡Veo que lo vas entendiendo!

 Sin embargo, todo eso me sugiere una vida bastante aburrida....
¿Cuándo aprenderé lo suficiente sobre las relaciones como para que las mías vayan sobre ruedas? ¿Hay alguna manera de ser feliz en las relaciones? ¿Acaso deben suponer constantemente una prueba?

 No tienes nada que aprender sobre las relaciones. Únicamente has de manifestar lo que ya sabes.
Hay una manera de ser feliz en las relaciones y: consiste en utilizarlas para el fin que les es propio, y no para el que tu les has designado.

Las relaciones son una prueba constante; constantemente invitan a crear, expresar y experimentar las más elevadas facetas de ti mismo, las mayoresvisiones de ti mismo, las más magnificas versiones de ti mismo. En ninguna otra parte puedes realizar esto de un modo más inmediato, efectivo e inmaculado que en las relaciones. En realidad, si no fuera por las relacionesno podrías realizarlo en absoluto.

Sólo a través de tus relaciones con otras personas, lugares y acontecimientos puedes existir (como una cantidad cognoscible, como algo identificable) en el universo. Recuérdalo: en ausencia de algo distinto, tú no eres. Eres únicamente lo que eres en relación a otra cosa que no es. Así es en el mundo de lo relativo, a diferencia del mundo de lo absoluto, en el que Yo habito.

Cuando entiendes esto con claridad, cuando lo comprendes en profundidad, entonces bendices intuitivamente todas y cada una de tus experiencias, todo encuentro humano, y especialmente las relaciones personales humanas, pues las ves como algo constructivo en su más alto sentido. Ves que pueden utilizarse, que deben utilizarse, que se utilizan (lo quieras o no), para construir Quién Realmente Eres.



Cuando las relaciones amorosas humanas fracasan (en realidad, las relaciones nunca fracasan, excepto en el sentido estrictamente humano de que no producen el resultado que quieres), es porque se habían iniciado por una razón equivocada.

(Por supuesto, “equivocado” es un término relativo, que significa algo opuesto a lo que es “correcto”, sea lo que sea. Resultaría más exacto, en vuestro lenguaje, decir “las relaciones fracasan - cambian - más a menudo cuando se han iniciado por razones no totalmente beneficiosas o que conduzcan a su supervivencia”.)

Entonces, te ruego que me digas: ¿qué promesas debo hacer en una relación?, ¿qué acuerdos debo cumplir? ¿Qué obligaciones comporta una relación? ¿Qué pautas debo buscar?

 La respuesta a esto es la respuesta que no puedes oír, puesto que te deja sin ninguna pauta y vuelve nulo y sin efecto cualquier acuerdo en el momento mismo de tomarlo. La respuesta es: no tienes ninguna obligación. Ni respecto a las relaciones, ni respecto a nada en la vida.

No puedes creer en una relación libre de obligaciones si no aceptas quién y qué eres realmente. A una vida de completa libertad tú la llamas “anarquía espiritual”. Yo la llamo la gran promesa de Dios.
Sólo en el contexto de esta promesa puede completarse el magnífico plan de Dios.
No tienes ninguna obligación en tus relaciones. Tienes únicamente oportunidades.

Escuche esto y, sin embargo, una y otra vez en mis relaciones me he dado por vencido cuando las cosas se han puesto difíciles. El resultado es que he tenido un rosario de relaciones, mientras que cuando era un chiquillo pensaba que tendría sólo una. Parece que no sepa qué es mantener una relación. ¿Crees que alguna vez aprenderé? ¿Qué he de hacer para que eso suceda?
 Haces que parezca que mantener una relación significa que esta ha sido un éxito. Procura no confundir la duración con el trabajo bien hecho. Recuerda que tu tarea en este planeta no consiste en ver cuánto tiempo puedes mantener una relación, sino en decidir, y experimentar, Quién Eres Realmente.
Esto no es un argumento a favor de las relaciones de corta duración; pero tampoco hay necesidad de que sean de larga duración.
Sin embargo, aunque no hay tal necesidad, se pueden decir muchas cosas de ellas: las relaciones de larga duración proporcionan notables oportunidades para el crecimiento mutuo, la expresión mutua y la mutua satisfacción; y ahí radica su propia recompensa.

¿Qué tiene de malo enamorarse perdidamente sin haber pensado en ello?

 Nada. Enamórate de tantas personas como quieras, si ese es tu deseo. Pero si vas ha establecer con ellas unas relaciones para toda la vida, tal vez quieras pensar un poco en eso.
Por otra parte, si disfrutas pasando de unas relaciones a otras - o, lo que es peor, manteniéndolas porque crees que”tienes que hacerlo” y, por tanto, viviendo una vida de callada desesperación -, si disfrutas repitiendo estas pautas de tu pasado, sigue haciendo lo que has hecho hasta ahora.













22.9.11

[Paréntesis III]





Metamorphosis Five - Philip Glass




La mayoría de la gente inicia las relaciones con las miras puestas en lo que puede sacar de ellas.
El objetivo de una relación es decidir qué parte de ti mismo quisieras ver “descubierta”; no qué parte de la otra persona puedes capturar y conservar.
Sólo puede haber un objetivo para las relaciones, y para toda la vida: ser y decidir Quien Realmente Sois.

Resulta muy romántico decir que tú no eras “nada” hasta que llego esa otra persona tan especial; pero no es cierto. Y, lo que es peor, supone una increíble presión sobre esa persona, forzándole a ser toda una serie de cosas que no es.



Al no querer “desengañarte”, trata con gran esfuerzo de ser y hacer esas cosas, hasta que ya no puede más. Ya no puede completar el retrato que te has forjado de él o de ella. Ya no puede desempeñar el papel que se le ha asignado. Surge el resentimiento. Y después la cólera.



Finalmente, para salvarse a sí misma (y la relación), esa otra persona especial empieza a recuperar su auténtico yo, actuando más de acuerdo con Quien Realmente Es. Y en ese momento es cuando dices que “realmente, ha cambiado”.



Resulta muy romántico decir que, ahora que esa otra persona especial ha entrado en tu vida, te sientes completo. Pero el objetivo de la relación no es tener a otra persona que te complete, sino tener a otra persona con la que compartir tu completitud.



He aquí la paradoja de todas las relaciones humanas: no necesitáis a una determinada persona para experimentar plenamente Quienes Sois, y... sin otro, no sois nada.



Aquí radica a la vez el misterio y el prodigio, la frustración y la alegría de la experiencia humana. Requiere un conocimiento profundo y una total voluntad vivir en esta paradoja de un modo que tenga sentido. Y observo que muy pocas personas lo hacen.



La mayoría de vosotros iniciáis vuestras relaciones en los primeros años de madurez, con esperanza, plenos de energía sexual, el corazón abierto de par en par y el alma alegre e ilusionada.



En algún momento entre los cuarenta y los sesenta años (y para la mayoría más pronto que tarde), renunciáis a vuestro más magnífico sueño, abandonáis vuestra más alta esperanza, y os conformáis con vuestras menores expectativas; o con nada en absoluto.



El problema es sumamente básico, sumamente sencillo; y, sin embargo, trágicamente mal interpretado: vuestro más magnífico sueño, vuestra más alta idea y vuestra más acariciada esperanza se había referido a vuestro amado otro, en lugar de a vuestro amado Yo. La prueba de vuestras relaciones se había referido al hecho de hasta qué punto el otro se ajustaba a vuestras ideas, y en qué medida considerabais que vosotros os ajustabais a las suyas. Sin embargo, la única prueba auténtica se refería al hecho de hasta qué punto vosotros os ajustabais a las vuestras.



Las relaciones son sagradas porque proporcionan la más grandiosa oportunidad en la vida - en realidad, la únicaoportunidad - de crear y producir la experiencia de tu más elevado concepto de ti mismo. 


Las relaciones fracasan cuando las consideras la más grandiosa oportunidad de crear y producir la experiencia de tú más elevado concepto de  otro.



Si dejas que, en una relación con otra persona, cada uno se preocupe de Sí mismo: de lo que Uno mismo es, hace y tiene; de lo que Uno mismo quiere, pide, obtiene; de lo que Uno mismo busca, crea, experimenta... todas las relaciones servirán magníficamente a este propósito, y a quienes participen en ellas.



Deja que, en la relación con otra persona, cada uno se preocupe, no del otro, sino sólo y únicamente de Sí mismo.



Parece una enseñanza extraña, ya que os han dicho que en la forma más elevada de relación uno se preocupa únicamente del otro. Pero Yo te digo esto: es el hecho de centrarte en el otro - de obsesionarte con el otro - lo que hace que las relaciones fracasen.

¿Qué es el otro? ¿Qué hace? ¿Qué tiene? ¿Qué dice, quiere o pide? ¿Qué piensa, espera o planea?

El Maestro entiende que no importa lo que el otro sea haga, tenga, diga, quiera o pida. No importa lo que el otro piense, espere o planee. Sólo importa lo que  hagas en relación con ello.
La persona que más ama es la persona que está más centrada en Sí misma.

Esa es una enseñanza radical...

No si la observas con atención. Si no te amas a ti mismo, no puedes amar a otro. 


Mucha gente comete el error de tratar de amarse a Sí mismo a través de amar a otro. Por supuesto, no se dan cuenta de lo que hacen. No se trata de un esfuerzo consciente, sino de algo que se da en la mente, a un nivel muy profundo, en lo que llamáis el subconsciente. Piensan: “Si puedo amar a otros, ellos me amarán a mí. Entonces seré alguien digno de ser amado, y, por lo tanto, Yo me amaré a mí mismo”.



El reverso de esto es que muchas persona se odian a sí mismas porque piensan que no hay nadie que las quiera. Se trata de una enfermedad; es el verdadero “mal de amores”, pues lo cierto es que sí hay otras personas que les quieren, pero no importa. No importa cuánta gente manifieste su amor hacia ellos; nunca es suficiente.



En primer lugar, no creen en ti. Piensan que tratas de manipularles, que tratas de sacar algo de ellos. (¿Cómo podrías quererlos por lo que realmente son? No. Debe haber un error. ¡Seguro que quieres algo! Entonces ¿qué es lo que quieres?)

Se cruzan de brazos, tratando de comprender cómo alguien puede realmente quererles. Así, no te creen, y emprenden una campaña para hacer que se lo demuestres. Tienes que demostrarles que les quieres. Y, para hacerlo, pueden pedirte que empieces a cambiar tu conducta.

En segundo lugar, si finalmente aceptan que pueden creer que les quieres, inmediatamente empiezan a preocuparse acerca de cuánto tiempo lograrán mantener tu amor. Así, con el fin de conservarlo, empiezan a cambiar su conducta.

De este modo, dos personas se pierden a sí mismas  - literalmente - en la relación. Inician la relación esperando encontrarse a sí mismas, y, en lugar de ello, se pierden a sí mismas.
Esta pérdida de Uno mismo en una relación es lo que provoca la mayor parte de la amargura en estas parejas.


For Your Own Benefit - Philip Glass

Dos personas se unen para compartir su vida, esperando que el todo será más que la suma de las partes, y se encuentran con que es menos. Se sienten menos que cuando estaban solos. Menos capaces, menos hábiles, menos apasionantes, menos atractivos, menos alegres, menos contentos...
Y ello es así porque son menos. Han renunciado a la mayor parte de lo que son con el fin de tener - y conservar - la relación.

Las relaciones nunca han tenido por qué ser así. Pero así es como las han experimentado la mayoría de las personas que conoces.
 ¿Por qué? ¿Por qué?
 Porque la gente ha perdido el contacto (si es que alguna vez lo tuvo) con el propósito de las relaciones.

Cuando has dejado de ver a los otros como almas sagradas en un viaje sagrado, no puedes ver el propósito, la razón, que se oculta tras toda relación.



El alma ha venido al cuerpo, y el cuerpo ha venido a la vida, con el propósito de evolucionar. Estáis en evolución; estáis en devenir. Y utilizáis vuestras relaciones con cualquier cosa para decidir aquello que queréis devenir.

Esa es la tarea que habéis venido a realizar aquí. Esa es la alegría de crearse a Sí mismo. O de conocerse a Sí mismo. O de llegar a ser, conscientemente, lo que uno quiere ser. Eso es lo que significa ser consciente de Uno mismo.

Habéis traído a vuestro Yo al mundo relativo para poder disponer de las herramientas con las que conocer y experimentar Quienes Realmente Sois. Y sois quienes os creáis en relación con todo lo demás.

Vuestras relaciones personales constituyen el elemento más importante en este proceso. Por lo tanto, vuestras relaciones personales son “tierra santa”. Prácticamente no tienen nada que ver con el otro, pero, puesto que implican a otro, tienen todo que ver con el otro.

 Esta es la divina dicotomía. Este es el círculo perfecto. Así, no constituye una enseñanza tan radical afirmar: “Bienaventurados los que se centran en Sí mismos, porque ellos conocerán a Dios”. Puede que no sea un mal objetivo en tu vida conocer la parte más elevada de Ti mismo, y permanecer centrado en ella.

Tu primera relación, pues, debe ser contigo mismo. Debes aprender primero a honrarte, cuidarte y amarte a Ti mismo.

Debes verte primero a Ti mismo como estimable para poder ver al otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como bienaventurado para poder ver al otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como santo para poder reconocer la santidad en el otro.

Si colocas el carro delante del caballo - como muchas religiones te piden que hagas -, y reconoces al otro como santo antes de reconocerte a ti mismo como tal, un día te resentirás de ello. 
Si hay algo que ninguno de vosotros puede tolerar es que alguien sea más santo que uno. Sin embargo, vuestras religiones os enseñan a considerar a los otros más santos que vosotros. Y eso es lo que hacéis, aunque sólo durante algún tiempo: luego los crucificáis.

Habéis crucificado (de una manera u otra) a todos mis Maestros, no sólo a Uno. Y lo habéis hecho no porque fueran más santos que vosotros, sino porque creíais que lo eran.
Todos mis Maestros han traído el mismo mensaje. No “yo soy más santo que tú”, sino “tú eres tan santo como yo”.

Este es el mensaje que no habéis sido capaces de escuchar; esta es la verdad que no habéis sido capaces de aceptar. Y esta es la razón por la que nunca os enamoráis realmente, auténticamente, de otra persona. Porque nunca os habéis enamorado realmente, auténticamente, de Vosotros mismos.

Así, deja que te diga algo: céntrate ahora y siempre en Ti mismo. Preocúpate de observar lo que  eres, haces y tienes en un momento dado, y no cómo les va a los demás.
No debes buscar tu salvación en la acción del otro, sino en tu re-acción.



La primera pregunta en cualquier proceso de interacción con otra persona es: ¿Quién Soy, y Quién Quiero Ser, en relación con ello?
A menudo no recordáis Quiénes Sois, y no sabéis Quiénes Queréis Ser, hasta que probáis algunos modos de ser. He aquí por qué resulta tan importante honrar vuestros sentimientos más auténticos.

Quién tenga oídos para oír, que oiga; pues te aseguro que en el momento crítico de toda relación humana, sólo hay una pregunta:

¿QUÉ HARÍA EL AMOR?

 Ninguna otra pregunta es importante, ninguna otra pregunta es significativa, ninguna otra pregunta tiene la menor importancia para nuestra alma.

Topamos aquí con un punto de muy delicada interpretación, ya que este principio de la acción basada en el amor ha sido muy mal interpretado y esta mala interpretación ha dado origen a resentimientos y enfados, lo cual, a su vez, ha hecho que muchos se apartaran del camino. 








21.9.11

[Paréntesis II]




La traición a ti mismo a fin de no traicionar a otro
es, de todas formas,  traición.
Y es la traición  más alta.

Shakespeare lo expuso en otra forma:

Para que vuestro propio Ser sea verdad,
y deba seguir, como la noche al día,
vos no podríais, entonces, ser falso
con ningún hombre.

Café Tacvba – Tengo Todo




Disfruta todo.
No necesites nada.
¿Incluyendo a la gente? Incluyendo a la gente. Especialmente a la gente. La necesidad de alguien es la forma más rápida de terminar con una relación


Pero a todos nos gusta sentir que se nos necesita.

Entonces, deja de hacerlo. Inclínate en cambio por sentirte no necesitado, ya que el mayor regalo que le puedes dar a otra persona es la fortaleza y el poder para no necesitarte, no necesitarte para nada.

En cuanto al decoro, esa sola palabra y el concepto conductual que la respalda han contribuido más para inhibir los mayores júbilos de hombres y mujeres que cualquier otro designio humano - excepto la idea de que Dios es punitivo -, la cual término la tarea.

El problema con el "decoro" es que alguien tiene que establecer los estándares. Eso significa, automáticamente, que la conducta está limitada, dirigida, dictada por los conceptos de otra persona, acerca de lo que debe brindar disfrute.
En cuestiones de sexualidad - como en todas las demás cuestiones - esto puede ser más que "limitante"; puede ser devastador.
No puedo pensar en algo más triste que un hombre y una mujer que sienten que les gustaría experimentar ciertas cosas, y después se reprimen porque creen que sus sueños, sus fantasías, ¡quebrantarían los "Estándares del Decoro"!
Fíjate, no es algo que ellos no harían, sólo es algo que va en contra del "decoro".
Y no sólo en cuestiones de sexualidad, sino en cualquier terreno de la vida, nunca, nunca, nunca, dejes de hacer algo simplemente porque podría infringir los estándares de decoro de alguien.
Si tuviese un engomado en el parachoques de mi automóvil, diría:
INFRINGE EL DECORO
Y, ciertamente, pondría ese letrero en cada dormitorio.

El "decoro" no tiene nada que ver con los valores relativos de "bien" o "mal". Todos coincidiríamos en que esta "mal" asesinar a un hombre, ¿pero es "malo" correr desnudo bajo la lluvia? Todos estarían de acuerdo con que esta "mal" enamorar a la esposa de un vecino, ¿pero esta "mal" que enamores a tu propia esposa, o que tu esposa te enamore en una forma particularmente deliciosa?
Rara vez el "decoro" se refiere a limitaciones legalistas sino, con más frecuencia, a cuestiones más simples de lo que se considera "adecuado".










16.9.11

La vocación de Philippe


Philippe empezó a pedalear en dirección a la capilla. Formaba parte del coro y era día de ensayo.

Donald Hunt – Tu es Petrus

Hacía una semana que había salido del hospital y aún no había visto a Desire por Camaret. Quizá le había mentido cuando le dijo que veraneaba en su pueblo. ¿Y porqué había de hacerlo? -- pensó mientras miraba a su alrededor a su paso por la plaza Saint Thomas --. Ella había dicho que solía ir por esa plaza. Quizá aún no ha salido del hospital... o ya se ha ido a su casa.  Philippe pensaba que le hubiera gustado verla más veces. ¿Pero qué estoy pensando? ¿Y qué me importa esa niña? Bueno, sí... -- musitó Philippe -- quizá le gustaría verme cantar en la iglesia. Y diciendo eso se sintió importante.

-- Philippe, estás progresando mucho en tus clases de canto --

-- Gracias padre, es usted un buen maestro --

-- Anda Philippe, no me hagas la pelota. Ve a cambiarte para el ensayo.

-- Enseguida padre...

Philippe entró en la habitación contigua a la del párroco y saludó a sus compañeros.

-- Ya estoy aquí dispuesto a soltar algún gallito -- dijo Philippe riéndose de sí mismo

-- Philippe!!... ya estás recuperado de tu accidente! Hemos echado a faltar tus agudos en el coro. Les has cantado la "Salve" a las enfermeras? -- le dijo Yves socarronamente

Philippe era el más pequeño del coro y aún no entendía cierto tipo de lenguaje irónico que usaban algunos de los chicos mayores que él.

-- Yo no canto fuera de la iglesia -- se atrevió a decir tímidamente.

-- Fuera de la iglesia lo que te das es de canto -- dijo Yves riéndose, siendo chiste para el resto de sus compañeros que le rieron la gracia.

-- Está bien... está bien... dejad a Philippe en paz. Ni que le tuvierais celos... eso aprendéis en misa? A burlarse de vuestros compañeros? El Señor dijo: Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.

-- Formáis parte del coro de la Santa Madre Iglesia, vuestras voces son alabanzas al Señor. Habéis de ser un ejemplo en conducta y habla. ¿Qué pensará nuestro Señor al veros hacer burla de Philippe? Padre.. perdónales porque no saben lo que dicen -- terminó diciendo el párroco

-- Ameeeeeeeeennnnn -- cantaron todos a la vez

-- Aller Aller....

Dicho esto se dispusieron para el ensayo.

-- Padre...

-- Si Philippe?

-- Al terminar el ensayo, quiero hablar con usted

-- Dios bendito en las alturas... ¿qué pecado puede haber hecho un niño de 12 años?

-- Pecado?  -- dijo extrañado Philippe

-- Sí pecado... algún mal que hayas hecho y que quieras confesar.

-- No padre.. no es eso... ¿no puedo hablar con usted si no es para confesarme?

-- Bueno hijo, sí puedes, claro...

El resto de sus compañeros murmuraron intrigados por el secreto de Philippe.

El párroco alzó las manos para dar paso al ensayo.

Donald Hunt – Exultate Deo













12.9.11

Pide un Deseo...


No importa si venía de la piscina, necesitaba un baño caliente.... relajante y excitante a la vez. Puso el tapón en la bañera, abrió el grifo, verificó la temperatura del agua, echó gel de jazmín y dejó que se fuera llenando.  Le gustaba bañarse con mucha espuma.

Fue al salón... se descalzó, puso          

   música  





y fue desnudándose al ritmo de la misma. Empezó desabrochando los botones de la blusa y la dejó entreabierta. Se pasó una mano por encima del sujetador palpando la piel que se quedaba al descubierto y exhaló un gemido de placer..... puso sus dedos entre la cintura de la falda y su piel y los deslizó hasta el botón situado justo donde acababa su columna... lo desabrochó y bajó la cremallera. Se doblegó lentamente mientras deslizaba la falda por sus caderas. Se miró al espejo, puso un pie encima de la silla y fue bajando poco a poco sus medias negras, sujetadas a sus muslos por una suave tira de silicona. Se iba contorneando mientras se quitaba la ropa como si estuviera haciendo un streeptease para él.

Sin quitarse la blusa, desabrochó el sujetador de encaje blanco y volvió a exhalar placenteramente cuando sus pechos se liberaron. Bajó un tirante por la manga derecha....bajó el otro tirante por la manga izquierda y gimió mientras sus dedos rozaban sus pezones erectos.

Puso sus manos en sus cervicales levantando su melena, la blusa le quedaba a ras de su culotte, el cual dejaba a la vista parte de sus firmes nalgas....  y se encaminó hacia el baño. Se inclinó en ángulo recto para tocar el agua, ya por mitad de la bañera, imaginando que él la miraba por detrás... se contorneó provocativamente y fue liberando sus nalgas del sensual culotte. Sin quitarse la blusa se metió en el  agua y volvió a gemir al sentir el calor de la misma en sus gemelos, en sus muslos, en sus nalgas, en su sexo.....

Se quedó sentada con sus piernas dobladas, sus rodillas asomaban por el nivel del agua, fue echándose hacia atrás hasta apoyar su nuca en el borde de la bañera.... dejó que la blusa se le pegara en la piel de sus pechos y se quedaron marcados sus pezones. Ella imaginaba cuánto le gustaba a él verla así.

Cerró los ojos y escuchó el sonido del mar rompiendo sus olas en los cantos rodados.


Le imaginó aproximándose hasta la bañera y su corazón empezó a acelerarse. Se humedeció los labios con sus propios labios y paseó su lengua por ellos. Acarició sus pechos, sus pezones, su vientre y dejó sus dedos en su sexo. El sonido del mar  y el del piano se mezclaba con sus jadeos... y con el sonido del agua en su cuerpo... quiso sentir las gotas  que él le salpicó en la cara... quiso sentir su mano buscando su placer....

Los latidos de su corazón eran más intensos, su respiración se entrecortaba entre  gemido y gemido.... todo un torbellino de placer la llevó al clímax unos minutos después.

Aún temblando por su orgasmo, se meció dentro del agua hasta cubrir su cabeza... emergiendo al instante sintiendo un escalofrío que la hizo estremecer.

Cerró de nuevo los ojos, buscó con el pie la cadena que sujetaba el tapón.... y tiró de ella. El agua empezó a bajar de nivel lentamente, abrió los ojos, se frotó la cara, se incorporó y sacudió el agua de sus cabellos enérgicamente. Salió de la bañera, se puso el albornoz y suspiró. Quitó el vaho del espejo y al verse reflejada, se sonrió. Quiso verle a él tras ella sujetándole los hombros, besándole la nuca y llevando sus manos por la abertura del escote del albornoz. Desire se sintió deseada y de nuevo se excitó........

Make a Wish - Conjure One

El podía haberla visto desde la ventana de su apartamento... y no le importó. Lo deseaba.....










10.9.11

El reto de Desire


El comienzo de un nuevo curso, el encuentro con los compañeros de escuela, el olor de los libros nuevos, el crujir del pupitre, los recreos a media mañana... todo eso excitaba a Desire. ¿Habrán nuevos maestros? ¿Seguirán los mismos alumnos en clase? ¿Habrá algún alumno nuevo? No sólo se perdía pensando en su clase, también en los compañeros del curso siguiente, un año mayores.

Este año sin embargo, va a ser algo distinto y a Desire no le hace ninguna gracia. Este año ella va a ser protagonista al menos los primeros días de clase, y eso no es lo habitual para Desire. Ella no es popular en clase y quiere que siga siendo así.

Mickey 3d – Demain Finira Bien ?

-- Ojalá nadie se de cuenta -- pensaba mientras su padre la llevaba a la escuela

-- ¿Estás emocionada Desire? -- le preguntó su padre

-- Oh papá, bueno, no mucho. Ya sabes como pueden ser de crueles algunos niños. La abuela ya me ha hablado de esto.

El padre de Desire asintió con la cabeza y le besó la frente.

-- No te sientas inferior a nadie Desire. Aunque tengas dificultades en los primeros días de adaptación en la escuela, los maestros van a colaborar para que puedas seguir el ritmo del curso. Este año tienes un nuevo maestro en la clase de deporte. Ya hablé con el director acerca de la enfermedad que has pasado, y van a hacer todo lo posible por que tu clase de gimnasia la realices con toda normalidad. No podrás hacer ejercicios con las paralelas, ni saltarás al potro,  al menos durante las primeras semanas. Verán como te adaptas con el balonmano, aunque ya no podrás jugar de delantero. Pero las clases de natación las podrás hacer sin problema.

Desire esbozó media sonrisa. Ahora tendría que escribir siempre con la mano izquierda. Siempre se había propuesto escribir con ambas manos. Se lo puso como meta el primer año que fue a la escuela. Ya había practicado antes de empezar el colegio. Su padre le enseño a leer y escribir a temprana edad.

-- Desire, el lápiz se coge con la mano derecha -- le dijo su abuela.

-- Pues mi padre escribe con la izquierda -- replicó Desire

-- Porque tu padre es zurdo --

-- Pues a lo mejor yo también lo soy --

-- Tú no eres zurda porque comes con la mano derecha, y pintas con la mano derecha -- y le sonrió al decírselo, a la vez que le peinaba sus trenzas.

-- Pues yo quiero escribir con la misma mano que papá --

-- Bien, pues, aprende. Será bueno para ti ser ambidiestra --

-- ¿Qué es ambidiestra abuela?--

-- ja ja,  ay princesa, siempre preguntando todo. ¡Igual que tu padre! ¿Qué piensas que puede significar esa palabra? Piensa un poco y verás como lo sabes.

A Desire le gustaba preguntarlo todo. Y cuando su abuela le preguntaba, no quería equivocarse... pero su abuela le daba pistas, y la hacía pensar casi siempre.

-- Si papá es zurdo... y me dices que será bueno para mi ser ambidiestra... entonces es alguien que usa las dos manos para hacer cosas.

-- Eso es princesita -- y diciéndoselo le dio un beso y un abrazo.

-- Ambidiestra... ambidiestra..-- repetía Desire -- una palabra nueva más en mi cabeza. Ojalá sea ambidiestra.... ojalá.. ojalá....








7.9.11

Secuelas

 El Dr. Curie entró en la habitación y sonrió a Desire. 

-- Buenos días, soy el Dr. Curie. Estoy supliendo al Dr. Darel. ¿Es Ud. la madre de Desire?

-- Soy su abuela --

-- Mi madre murió cuando nací -- se adelantó a decir Desire antes de que el Dr. Curie preguntara por ella.

-- Lo siento mucho -- dijo con expresión sentida. 

-- Estoy repasando el historial de la niña para ponerme al día. ¿El padre de Desire se encuentra en la ciudad? --
-- ¿Pasa algo doctor? -- preguntó la Sra. Lapierre angustiada -- porque mi hijo no se encuentra en la ciudad. El y la niña viven en Aix-en-Provence. La trae en sus vacaciones y volverá a recogerla niña a final de mes. 

-- Bueno, no se alarme Sra. Lapierre. Tenemos los resultados de los últimos análisis hechos a Desire --  el doctor volvió a mirar a Desire amablemente. Desire lo captó y se relajó. --Quisiera entonces hablar en privado con usted. 

-- Tranquila Desire -- le dijo su abuela. -- Los médicos velan por tu salud. 
-- Sra. Lapierre. Queremos hacerle a Desire unas pruebas además de un electroencefalograma. Ya que no tenemos su historial médico al encontrarse de vacaciones, no podemos acceder a sus antecedentes familiares.¿ Dice que la madre de Desire murió al nacer la niña? -- la abuela asintió con la cabeza. -- 

-- ¿De qué murió? --

-- Tuvo un derrame cerebral. Ni siquiera vio a Desire -- 

-- Cuanto lo siento Sra. Lapierre.  Entonces mañana empezaremos con las pruebas. ¿Hay alguna manera de localizar a su hijo?

-- Puedo enviarle un telegrama --

-- No le alarme Sra. Lapierre, pero estaría bien que pudiera venir lo antes posible. Cualquier acción que debamos hacer, necesitamos que esté presente el padre. ¿Cuántas veces le ha hecho saber Desire que le duele la cabeza? - 

-- ¿La cabeza? No me ha dicho que le duela. Apenas llevaba una semana cuando la traje porque tenía las anginas inflamadas y aconsejaron operarla. El padre es sabedor y le dije que no hacía falta que viniera. 

El médico volvió a entrar en la habitación. Le tomó a Desire el pulso y le manipuló las cervicales.

-- Desire, ¿cuántas veces por semana te duele la cabeza?

-- No muchas doctor 
-- ¿Más de 5 veces por semana?

-- Más o menos eso
La abuela le cogió la mano a Desire. 

-- Abuela, no quería preocuparte. Desde que llegué que me dolía la cabeza. 
-- ¿Y desde cuanto hace que tienes dolores de cabeza frecuentes?

-- No sé... el año pasado cuando me hicieron la revisión en la escuela, me preguntaron si alguna vez veía borroso. También si me dolía la cabeza. Y me dijeron que fuera al oculista.

-- Pero tú no llevas gafas....... 

-- No... no llevo. El oculista no me dijo que las necesitara. 

-- Y cuando te preguntaron... ¿qué respondiste?

-- Es que no es un dolor de cabeza continuo. Estoy acostumbrada a él. Y no veo borroso. 

-- Doctor.... ¿pasa algo grave? -- volvió a preguntar la Sra. Lapierre.






















6.9.11

Advertencia

Algunas de las próximas entradas del relato Arte y Ensayo,  pueden herir la sensibilidad del lector.



4.9.11

En el día y en la noche

-- ¿Dónde comes Luc? --

-- Sorpréndeme Ryan...

-- ¿Carne o pescado? --

-- Carne carne... mucha carne... jaja jaja

-- Luc... las camareras no se comen ja ja

-- Como que no! Si se dejan... ja ja me las como a besos ja ja.. y tú deberías empezar a pensar en "catar carne" también.

-- No consigo liberarme Luc... me cogió de sorpresa. No estaba preparado para afrontar algo así. Nunca había pensado que Madeleine y yo.... además... en Montreal estoy de paso, no me he planteado establecerme aquí.

-- Pero Ryan.... en qué piensas? Que sólo he hablado de "catar carne".... no que te lleves a la vaca a casa! ja ja

-- Demonios Luc! ya me olvidé de flirtear.... y de relaciones sin compromiso no soy ducho..

-- Déjate de duchos Ryan. Vamos a ese lugar misterioso a comer y que el postre  nos lo pongan ellas ja ja, piensa en esos meloncitos con jamón que te servirán ja ja aprovecha la ocasión hombre, que no todas quieren desayunar contigo ja ja

-- Ah no? pero si a la mínima ya te hablan de hijos...

-- Ryan.. en qué siglo vives? Así es en Europa? Necesitas ponerte al día. ¿Cuánto tiempo hace que no te comes una fresita? ja ja

-- ja ja Luc... ¿fresita? pues sí que estoy anticuado. Desde el divorcio no he querido saber nada de mujeres Luc. Meterme en una relación no es algo que ahora quiera...

-- Ya te digo que no te has de llevar la vaca a casa Ryan....

-- Pero.. ¿tan fácil te lo ponen? Con lo que me costó convencer a Madeleine! ja ja...

Nelly Furtado – Say It Right

-- Bueno pero tú entonces querías casarte... ahora no, ¿cierto? a quien le amarga un dulce bomboncito? Si se van a derretir por ti en cuanto te vean sonreír.

-- Venga Luc, sigue, que me estás levantando la moral... si me lo voy a creer y todo.

-- Joder Ryan, si lo que quiero es que vivas, me oyes? sigues esposado aunque hayas firmado el divorcio. Suelta el lastre de Madeleine tío. Has venido a Montreal para romper con tu vida allá, pero se te olvidó no poner en la maleta a Madeleine. Perdona Ryan... te aprecio y aún eres joven. Deja que llegue la crisis de los 40 en su día.

-- Me falta un año  ja ja

-- Pues aprovecha que el tiempo vuela.

-- Venga...vamos a comer que ya me entró hambre.

Cogieron sus bolsas de deporte y subieron al coche de Luc.

-- ¿Hacia dónde Ryan? ¿Ryan? ..... ja ja ... por Dios Ryan... sí que te lo estás tomando en serio, vaya bomboncito! Te has quedado embobado mirándola.

-- No Luc.. ajjaja... me suena esa chica... no sé, la he visto antes.

-- Pero si tú no sales nunca, de casa al trabajo, del trabajo a casa, te pones los auriculares y no escuchas más que música. Seguro que si alguien te pregunta la hora ni te enteras... y si la hubieras visto en la universidad... yo me acordaría ja ja

Ryan estaba intentando recordar dónde había visto antes esa cara.....

-- Bueno... dime donde vamos Ryan, ya te vendrá a la memoria cuando no pienses en ello. Tanto nadar me abrió el apetito. Espero no esté lejos el local.

-- Calle Bishop...

-- Bishop??? ah pillo... tú sí que sabes... tenemos un par de Clubs cerca... música y chicas!!!! el sábado es nuestro Ryan.



http://youtu.be/_ZByGMu7tAs